En la mayoría de los casos la mejor opción no es quitar el disco, si no quitar la tensión. Si no disminuimos la presión que soportan los discos, aunque al paciente se le realice cirugía con bisturí u otra técnica instrumentada, será lo mas frecuente que pasado un tiempo aparezca una nueva hernia en otro disco.
De la misma forma que si apretamos un globo entre dos tablas, este «se sale», protuye, el disco intervertebral se «aplasta», protruye cuando soporta excesiva presión.
Las hernias de disco no son en sí mismas una patología, son una consecuencia, un signo de que los discos están soportando mas presión de la que es correcta.

Con ayuda de las flechas podemos notar como la hernia (bulto circular) ha ido disminuyendo en tamaño.
